Curcillos de la fé. Movimientos laicales :D Andrea Hernandez Clave 18

 

Introducción:

En este trabajo se habla de los cursillos de cristiandad Un movimiento que reúne a unos 5 millones de personas de 80 países Conocido familiarmente como «Cursillos», este movimiento eclesial, que surgió en España hace medio siglo, se encuentra extendido en estos momentos por todo el mundo. En cierto sentido, el nombre de «Cursillos» ya da una idea del camino que ofrece este movimiento, centrado precisamente en los retiros espirituales de tres días de duración, pensados para profundizar en lo esencial de la fe cristiana.

Se cuenta un poco de su historia, lo que ha logrado, de lo que se trata de su trabajo en Guatemala y demás datos interesantes sobre este movimiento laical.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) es un movimiento eclesial de difusión mundial que actúa en el seno de la Iglesia Católica. Fue gestándose en España entre 1940 y 1949 e iniciado con la celebración del llamado "primer cursillo" del 7 al 10 de enero de 19491 en el Monasterio de San Honorato, Mallorca. Los estatutos del movimiento2 fueron aprobados solemnemente por Pablo VI el 14 de diciembre de 1963 cuando, además, nombró a san Pablo apóstol como su patrón.3 Poco después se celebró la primera Ultreya (nombre que dan a sus reuniones) Mundial en Roma (1966), con 4.000 participantes, en señal de agradecimiento y comunión con el Papa.   Historia del Movimiento de Cursillos de Cristiandad Origen A principios de 1936, Manuel Aparici, presidente nacional de los jóvenes de Acción Católica, en compañía del cardenal Pacelli, propuso a Pío XI una masiva peregrinación de jóvenes al sepulcro de Santiago en Compostela. La idea fue bien acogida, pero no pudo realizarse hasta agosto de 1948 a causa de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Durante esos años en que se retrasó el proyecto, la Acción Católica organizó, en muchas de las diócesis de España, unos cursos anuales llamados Cursillos de Adelantados de Peregrinos. Estos encuentros tuvieron especial éxito en Mallorca, donde fueron tomando identidad propia gracias a sus responsables -laicos y sacerdotes- que se reunían en una Escuela Diocesana de Dirigentes para preparar, revisar, corregir y perfeccionar estos cursos preparatorios a la peregrinación a Santiago. Añadieron retiros, asambleas y peregrinaciones que fueron dando una nueva identidad a estos cursos, teniendo especial trascendencia el Congreso de Lluc los días 24 y 25 de abril de 1948, con la participación de 3000 jóvenes mallorquines, y preludio inmediato del Camino de Santiago que, por fin, se haría ese año. De ese grupo de iniciadores del MCC que fue la Escuela Diocesana de Dirigentes formaban parte laicos y sacerdotes, entre los primeros destacar a Eduardo Bonnín Aguiló y, de entre los pastores, a Juan Hervás y Benet, Obispo de Mallorca, y Sebastián Gayá Riera, presbítero. Los tres son considerados como el equipo fundador del Movimiento de Cursillos de Cristiandad La peregrinación a Santiago planteada hace ya más de diez años, puede por fin realizarse en 1948. Del 25 de agosto al 3 de septiembre peregrinan 70.000 jóvenes españoles, 700 de ellos de Mallorca. El éxito de esta convocatoria y la celebración de la X Asamblea Diocesana de Mallorca celebrada en noviembre de ese mismo año, fueron el empujón definitivo para poner en marcha los Cursillos de Cristiandad.   Objetivos y metodología   El primer objetivo del MCC es hacer posible que el sujeto conozca y viva "lo fundamental cristiano" mediante el anuncio kerygmático del acontecimiento de Cristo, "por la vía de la amistad" y del encuentro comunitario. Pero no se trata sólo de que el creyente conozca y viva su fe privadamente o en un grupo cerrado, sino que, además -segundo objetivo- ha de ser "fermento en los ambientes" difundiendo su fe vivida e invitando al encuentro con Cristo. Para alcanzar estos objetivos el MCC utiliza una metodología clasificada en tres etapas: pre-Cursillo, Cursillo,y post-Cursillo El pre-Cursillo es la búsqueda y preparación de los candidatos a participar en el Cursillo, para que éste tenga más eficacia. El Cursillo: un encuentro puntual, de tres días de duración, en el cual se expone lo básico de la fe cristiana por medio de enseñanzas, testimonios, oración y puestas en común. El post-Cursillo es el modo de asegurar la conversión y los frutos del Cursillo, procurar la inserción en una comunidad eclesial y la colaboración en evangelizar la sociedad. Esto se consigue a través de dos instrumentos: la Reunión de Grupo y la Ultreya. La Reunión de Grupo es un pequeño grupo de personas que, a través de la amistad y la ayuda mutua, procuran crecer en su vida cristiana. Y la Ultreya es una gran comunidad en la que se reúnen las Reuniones de Grupo, y donde se celebra, vive y forma la fe. El primer Cursillo de Cristiandad Por lo general se considera que el primer Cursillo de Cristiandad fue el celebrado del 7 al 10 de enero de 1949 en el Monasterio de San Honorato, Mallorca. Pero en esto hay algunas discrepancias porque podría considerarse que alguno de los Cursillos de Adelantados de Peregrinos que se celebraron anteriormente como preparativo a Santiago, ya utilizaron el método propio del Cursillos de Cristiandad. Se señalan en concreto el de agosto de 1944, el de abril de 1945, o el de septiembre de 1946.12 Cabe mencionar que los cursillistas hemos utilizado como simbolo nuestra bandera de Colores con los 7 colores del arco iris desde 1949. Los Cursillos han nacido para llevar la luz y la fuerza del Evangelio en los diferentes ámbitos --explica monseñor Cárcel Ortí--. Aunque están comprometidos con las parroquias, se plantean como objetivo hacer que los cristianos tomen conciencia de su propio bautismo, invitándoles a vivir en gracia y a formar en los diferentes ambientes --escuelas, oficinas, hospitales, etc.-- grupos cristianos que evangelicen "desde el interior", en especial, allí donde no se vive según los valores cristianos». El movimiento está difundido en ochenta países. Donde más se ha extendido es en Europa, aunque también está sumamente presente en Estados Unidos, Canadá y América Latina. Hoy se calcula que el movimiento cuenta con unos 5 millones de miembros. La primera vez que se hablaba de "Cursillos de Cris­tiandad", el nombre fue recibido con una ovación, se había dado con el nombre que expresara que lo que se buscaba era hacer cristianos conscientes

Es necesario señalar dos aportes importantes de Mons. Hervás. El nombre de "Cursillos de Cristiandad" fue dado por él. Fue Mons. Hervás quien bautizó a nuestro Movimiento y al que en un arranque de emoción les dijera: "Cursillos de Cristiandad los bendigo, no con una mano, sino con las dos manos" Y con él se produjo la extensión de los cursillos, no solo a diferentes lugares de España primero y del mundo después, sino que se vivió un frenesí de realización de cursillos con una frecuencia inusitada que obedecía al deseo de satisfacer el hambre de Dios, de una nueva generación que había estado esperando una nueva evangelización. Así, los Cursillos que hasta 1948 se celebraban uno cada año, en 1949 fueron veinte y en los años siguientes, muchísimos más. Hasta 1952 los cursillos se habían llamado de diferentes maneras. Se denominaban "Cursillos de Juventud" por estar dirigidos especialmente a los jóvenes pero el nombre era indudablemente limitante, se llamaron también "Cursillos de Conquista" por el sentido de que había que conquistar para Cristo, en especial "a los de la acera de enfrente" pero no era un nombre que entusiasmara porque muchos decían que no necesitaban ser "con­quistados" y se prefería ante la carencia del nombre preciso hablar solamente de "Cursillos" y a los asistentes de "cursillistas". Fue el 20 de diciembre dc 1953, en la clausura de la Asamblea de la Juventud Diocesana que se celebraba en el Instituto "Ramón Llull", que Monseñor Hervás dijo a los cursillistas: "Gracias y felicitaciones por vuestro trabajo apostólico pero sobre todo felicitación por estos benditos "CURSILLOS DE CRISTIANDAD" que tienen la suerte, como Jesucris­to, de ser blanco de contradicción" La alusión a las opiniones adversas que se emitían sobre cursillos era muy clara. Era la primera vez que se hablaba de "Cursillos de Cris­tiandad" y el nombre fue recibido con una ovación, se había dado con el nombre que expresara que lo que se buscaba era hacer cristianos conscientes. Con Monseñor Hervás se numeraron los cursillos y el número 1, que marca oficialmente la realización dc Cursillos, se realizó en el monasterio de San Honorato el 7 de enero de 1949 siendo rector Eduardo Bonin y conformaron el equipo de rollistas Andrés Rullan, Bartolomé Ruitort, Guillermo Estarellas y como auxiliar Guillermo Font. Fueron Direc­tores Espirituales Guillermo Palleras y Juan Capó y el padre Sebastián Gayá que era Consiliario Diocesano, acudió a este cursillo a dar uno de los rollos del último día. Asistieron 21 cursillistas. Había nacido el Movimiento de Cursillos de Cristiandad todavía no independiente de la Acción Católica. Cursillos inundó España para satisfacer la sed de Dios que existía y existe siempre, y muchas veces, aunque el hombre no lo sepa - Fueron apareciendo "equipos" en todos los lugares en que se realizaban los cursillos que proseguirían con esta labor. Era el fuego que quería incendiar el mundo con ese fuego amoroso que emana de Jesús.

Anexos:

                                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONCLUCIONES

 

 

 

 

 

-        Es un grupo bastante grande que tiene una muy buena trayectoria y una buena mision con buenas bases, buenos fundamentos y buena espiritualidad.

 

 

 

-        Tenemos la obligación como cristianos de seguir a Dios siempre y de estar involucrado y constantemente activos en la evangeglización y en la predicación de la palabra de Dios sea por el medio que sea, y los cursillos de cristiandad es un muy buen camino.