CENTRO EDUCATIVO
VOCACIONAL SAN JOSE
JOEL ADAN HERNANDEZ PATZAN CLAVE:19
QUINTO BACHILLERATO
TEMA: MOVIMIENTO LAICAL.
INTRODUCCIĆN.
En este tema vamos a hablar acerca de los heraldos del Evangelio ya que esto es uno movimientos laicales que existe en el mundo. Su fundador fue el Mons. JoĆ£o Scognamiglio ClĆ” Dias Los Heraldos del Evangelio conocidos tambiĆ©n como Caballeros de la Virgen son una AsociaciĆ³n Privada de Fieles de Derecho Pontificio fundada en 1999 tras su marcha de la famosa TradiciĆ³n, Familia y Propiedad fundada por el Dr. Plinio CorrĆŖa de Oliveira y fallecido aƱos antes
Heraldos
del Evangelio
Los Heraldos del Evangelio son una AsociaciĆ³n Internacional de Fieles de Derecho Pontificio, la primera a ser erigida por la Santa Sede en el tercer milenio, acontecimiento que se realizĆ³ por ocasiĆ³n de la fiesta litĆŗrgica de la CĆ”tedra de San Pedro el 22 de febrero de 2001. Mayoritariamente integrada por jĆ³venes, la AsociaciĆ³n actualmente se consagrada practican el celibato y se dedican Ćntegramente al apostolado, viviendo en casas destinadas especĆficamente para hombres o para mujeres que alternan vida de recogimiento, estudio y oraciĆ³n, con actividades de evangelizaciĆ³n en las diĆ³cesis y parroquias haciendo especial Ć©nfasis en la formaciĆ³n de la juventud.
Aunque no profesan votos y se mantienen en estado de laicos - con la excepciĆ³n de algunos que abrazan las vĆas del sacerdocio - los Heraldos del Evangelio procuran practicar en toda su fascinante pureza, los consejos evangĆ©licos. Viven normalmente en comunidades masculinas o femeninas en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. En sus casas se fomenta la vida de oraciĆ³n y estudio, de acuerdo con la sabia orientaciĆ³n que diera el Papa Juan Pablo II: “La formaciĆ³n de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez mĆ”s claro de la propia vocaciĆ³n y la disponibilidad cada vez mayor para vivirla en el cumplimiento d ella propia misiĆ³n” (CHRISTIFIDELIS LAICI,58).
EspĆritu de la AsociaciĆ³n, no pueden comprometerse plenamente con los objetivos de ella por sus compromisos sacerdotales, o el hecho de pertenecer a un instituto de vida consagrada o sociedad de vida apostĆ³lica, o por sus deberes matrimoniales o profesionales”.
Laicos, casados o solteros que viven totalmente en el mundo, sacerdotes, diĆ”conos, religiosos, religiosas, laicos de vida consagrada o miembros de otras de otras asociaciones o movimientos apostĆ³licos, los Cooperadores de los Heraldos del Evangelio, ademĆ”s de observar los deberes y preceptos propios a su estado, se esfuerzan por vivir en conformidad con el carisma y la espiritualidad de la AsociaciĆ³n, dedicando a ella su tiempo libre y comprometiĆ©ndose a cumplir ciertas obligaciones.
Finalidad
En los primeros artĆculos de sus estatutos se encuentra delineada la vocaciĆ³n de los Heraldos del Evangelio: “Esta AsociaciĆ³n… naciĆ³ con la finalidad de ser instrumento de santidad en la Iglesia, ayudando a sus miembros a responder generosamente al llamamiento a la plenitud de la vida cristiana y a la perfecciĆ³n de la caridad, favoreciendo y alentando la mĆ”s Ćntima unidad entre la vida prĆ”ctica y la fe.AdemĆ”s de esos, la AsociaciĆ³n tiene como fin la participaciĆ³n activa, consciente y responsable de sus miembros en la misiĆ³n salvĆfica de la Iglesia mediante el apostolado, al cual estĆ”n destinados por el SeƱor, en virtud del Bautismo y de la ConfirmaciĆ³n. Deben, asĆ, actuar en pro de la evangelizaciĆ³n, d la santificaciĆ³n y de la animaciĆ³n cristiana de las realidades temporales."
Espiritualidad
Los Heraldos tienen su espiritualidad cimentada en tres puntos esenciales: la EucaristĆa, MarĆa y el Papa, como estĆ” definido en sus estatutos: “La espiritualidad tiene como lĆneas maestras la adoraciĆ³n a JesĆŗs EucarĆstico, de inestimable valor en la vida de la Iglesia para construirla como Una, Santa, CatĆ³lica y ApostĆ³lica, Cuerpo y Esposa de Cristo (EE.25,61); la filial piedad Mariana, imitando la siempre Virgen y aprendiendo a contemplar en Ella el rostro de JesĆŗs (NMI.59); y la devociĆ³n al Papado, fundamento visible de la unidad de la Fe (LG.18)." Carisma
Su carisma lo lleva a procurar actuar con perfecciĆ³n en busca de la pulcritud en todos los actos de la vida diaria, incluso estando en la intimidad, lo que estĆ” expresado en el sublime mandato de Nuestro SeƱor Jesucristo: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt.5,48 pulcritud).
Para el Heraldo del Evangelio este llamado a la perfecciĆ³n no debe quedar restringido a los actos interiores sino exteriorizarse en sus actividades, de modo que mejor reflejen a Dios. Esto quiere decir que el Heraldo del Evangelio debe revestir de ceremonial sus acciones cotidianas, sea en la intimidad de su vida particular, sea en pĆŗblico, en la obra evangelizadora, en el relacionamiento con sus hermanos, en la participaciĆ³n de la Liturgia, en las presentaciones musicales y teatrales o en cualquier otra circunstancia.
Con razĆ³n recuerda el Santo Padre en la Carta a los Artistas, la oportuna enseƱanza del Concilio Vaticano II:"El mundo en que vivimos tiene necesidad de belleza para no caer en el desespero. La belleza como la verdad, es la que trae alegrĆa al corazĆ³n de los hombres, y es este fruto precioso el que resiste el paso del tiempo, que une a las generaciones y hace comulgar en la admiraciĆ³n".
QuiƩnes somos:
Virgo Flos Carmeli
La Sociedad clerical Virgo Flos Carmeli estĆ” constituĆa por miembros de los Heraldos del Evangelio que recibieron el llamado al sacerdocio tras dĆ©cadas de vida comunitaria, con la finalidad de emprender mejor la actividad evangelizadora, de acuerdo a lo que se puede leer en el Art.3 de sus estatutos: “La Sociedad nace como expresiĆ³n del carisma de la AsociaciĆ³n Heraldos del Evangelio, con especĆfica vocaciĆ³n sacerdotal, manifestando la voluntad de actuar en comuniĆ³n de mĆ©todos y metas con la mencionada AsociaciĆ³n, y empeƱƔndose particularmente en que los fieles que se sientan atraĆdos por este carisma tengan una asistencia ministerial, sobre todo, los que viven en comunidad.TambiĆ©n hacen parte de ella algunos miembros que, sin abrazar la vocaciĆ³n sacerdotal, colaboran hace aƱos con su carisma y misiĆ³n en las varias actividades de la vida apostĆ³lica y comunitaria.
Los orĆgenes de este grupo remontan a los aƱos 70, cuando Mons. Joao Scognamiglio ClĆ” Dias, todavĆa lego, con algunos terciarios carmelitas del Sodalicio “Virgo Flos Carmeli” (Carmelitas de la Antigua Observancia), iniciaron una experiencia de vida comunitaria en un antiguo monasterio benedictino de la ciudad de Sao Paulo, Brasil.
DividĆan el tiempo entre la oraciĆ³n y el estudio, con perĆodos de silencio, con la finalidad de obtener mejores frutos en el trabajo evangelizador. Para marcar mĆ”s su vida con la opciĆ³n por el celibato y la disponibilidad, usaban entre ellos un hĆ”bito especĆfico de terciarios carmelitas, sobre todo para la diaria recitaciĆ³n del pequeƱo Oficio de la Inmaculada ConcepciĆ³n en la capilla de la comunidad.
No todos los primeros compaƱeros de Mons. Joao ClĆ” se sintieron llamados a la vida religiosa. TodavĆa en 1.976, un grupo de jĆ³venes, siguiendo su orientaciĆ³n, estableciĆ³ una regla de Vida Comunitaria (llamada en lenguaje corriente “Ordo”) que con el paso de los aƱos se desarrollarĆa hasta dar lugar a las Constituciones y Reglamentos hoy dĆa en vigor. En los aƱos siguientes, otros grupos de jĆ³venes se unirĆan a los primeros, siguiendo su ejemplo de vida comunitaria, no solamente en Sao Paulo, sino tambiĆ©n en otras ciudades de Brasil y en otros paĆses de las tres AmĆ©ricas y Europa.
Los miembros de Flos Carmeli, en un primer momento se consagraron a MarĆa SantĆsima segĆŗn el mĆ©todo de San Luis MarĆa Grignion de Montfort, viviendo esta entrega por medio de la prĆ”ctica del celibato, de la sujeciĆ³n del uso de los bienes a disposiciĆ³n del superior, de la vida en comunidad y del silencio, de la oraciĆ³n y del estudio, como de la disponibilidad para las obras de apostolado.
Esta ConsagraciĆ³n, renovada delante de toda la comunidad en la capilla, marca la incorporaciĆ³n en el grupo de consagrados con la intenciĆ³n deliberadamente asumida de respetar la Regla de Vida Comunitaria y con la manifestaciĆ³n del deseo de venir a hacer votos de obediencia perfecta, castidad integral y pobreza completa.
Regina Virginum
La Sociedad Regina Virginum estĆ” constituida por un grupo femenino de miembros de la AsociaciĆ³n Heraldos del Evangelio, que viven establemente en comunidad hace mĆ”s de diez aƱos, a fin de desarrollar mejor la actividad de evangelizaciĆ³n. “La Sociedad Regina Virginum, es una sociedad de vida apostĆ³lica, constituida por un grupo de miembros de la rama femenina de los Heraldos del Evangelio AsociaciĆ³n Privada Internacional de Fieles fundada por el Rvdo. Mons. Joao Scognamiglio ClĆ” DĆas, y reconocida el 2 de febrero de 2001 por el Pontificio Consejo para los Laicos- que desea llevar vida fraterna en comĆŗn, procurando seguir a Cristo con mayor libertad e imitarlo mĆ”s de cerca, para dedicar mejor sus vidas al servicio de la Iglesia”.Aunque el origen del grupo es muy anterior, fue en 1.996 que algunas decenas de jovencitas, dieron pasos decisivos para la constituciĆ³n de un instituto de perfecciĆ³n, con la expresa manifestaciĆ³n de conservar la virginidad por amor a JesĆŗs, viviendo en comunidad.
Bajo la constante orientaciĆ³n de Mons. Joao Scognamiglio ClĆ” Dias (por entonces laico) fue estructurada la vida comunitaria, habiendo sido elegidas las Superioras para las varias casas. Todas ellas asumieron el compromiso de seguir -con las debidas adaptaciones- la Regla de Vida de la rama Masculina de los Heraldos del Evangelio, que en los Estatutos se expresa asĆ: “la Sociedad nace como expresiĆ³n del carisma de los Heraldos del Evangelio, aplicada especĆficamente a la vida consagrada femenina, manifestando la voluntad de actuar en comuniĆ³n de mĆ©todos y metas con la referida AsociaciĆ³n, empeƱƔndose de modo particular en manifestar las caracterĆsticas propias de la virginidad y de la condiciĆ³n femenina en el mundo secularizado y en “ser a travĆ©s de su dedicaciĆ³n vivida en plenitud y con alegrĆa, una seƱal de la ternura de Dios para con el gĆ©nero humano y un testimonio particular del misterio de la Santa Iglesia que el Virgen, Esposa y Madre.
El Fundador
Mons. JoĆ£o Scognamiglio ClĆ” Dias, natural de San Pablo, Brasil, naciĆ³ el 15 de agosto de 1939, solemnidad de la AsunciĆ³n de Nuestra SeƱora. Sus padres, Antonio ClĆ” Dias y Annitta Scognamiglo ClĆ” Dias, constituĆan una familia de inmigrantes europeos (el padre era espaƱol, originario de CĆ”diz y la madre italiana es natural de Roma) en la cual la fe catĆ³lica heredada de sus mayores era todavĆa muy viva.Ese vigor de la fe se manifestĆ³ desde temprano en el joven JoĆ£o, quien desde los bancos escolares procuraba organizar con sus colegas un movimiento para dar a los jĆ³venes una orientaciĆ³n virtuosa a su existencia. Hizo parte activa de las Congregaciones Marianas e ingresĆ³ el 23 de mayo de 1956 en la Orden Tercera del Carmen de los Padres Carmelitas de la antigua observancia, en la misma ciudad de San Pablo, hecho que marcĆ³ su vida.
Hizo sus estudios secundarios en el Colegio Estatal Roosevelt y de Derecho en la tradicional Facultad del Largo de SĆ£o Francisco de San Pablo. Durante el tiempo de sus estudios superiores se destacĆ³ como activo lĆder universitario catĆ³lico en los convulsionados aƱos que precedieron a la revoluciĆ³n de la Sorbonne en mayo de 1968.
Viendo que la mĆŗsica serĆa un eficaz medio de evangelizaciĆ³n, perfeccionĆ³ sus conocimientos con el reconocido maestro Miguel ArquerĆ³ns, regente de la Coral Paulistana del Teatro Municipal de San Pablo.
Su intenso deseo de dedicar la vida al apostolado en la fidelidad al Magisterio de la CĆ”tedra de San Pedro, sumado a la viva conciencia de la necesidad de un profundo conocimiento doctrinal, lo llevĆ³ a realizar estudios teolĆ³gicos tomistas.
Su anhelo de perfecciĆ³n lo condujo en 1970 a iniciar una experiencia de vida comunitaria en un antiguo inmueble benedictino de San Pablo. De sus primeros compaƱeros ninguno perseverĆ³. Sin embargo, tras numerosas dificultades, aquella experiencia adquiriĆ³ solidez, dando origen al movimiento de evangelizaciĆ³n dirigido por Mons. JoĆ£o ClĆ”. Se multiplicaron, a partir del foco originario, casas de vida comunitaria donde sus miembros se dedicaban a la oraciĆ³n y al estudio, como preparaciĆ³n para la acciĆ³n evangelizadora.
OrganizĆ³ tambiĆ©n la rama femenina de los Heraldos, a la cual aplicĆ³ -de manera semejante pero separada de la rama masculina- el ideal de vida comunitaria como medio para alcanzar la santidad y preparase mejor para la misiĆ³n evangelizadora. De esta rama femenina de los Heraldos, naciĆ³ mĆ”s tarde la Sociedad de Vida ApostĆ³lica de Derecho Pontificio Regina Virginum, reconocida como Sociedad de Vida ApostĆ³lica de Derecho Pontificio el 4 de Abril de 2009 por S. S. Benedicto XVI.
El deseo de una mayor entrega al SeƱor y a los hermanos, llevĆ³ a Mons. JoĆ£o ClĆ” a prepararse para el ministerio sacerdotal junto con algunos de sus compaƱeros.
Siendo la Orden del Carmen uno de los remotos orĆgenes de los Heraldos del Evangelio, Mons. Lucio Angelo Renna, prelado carmelitano Obispo de Avezzano (Italia), fue en su momento quien acogiĆ³ los primeros sacerdotes de esta AsociaciĆ³n.
Fueron ordenados presbĆteros junto con Mons. JoĆ£o ClĆ” el 15 de junio de 2005 en la BasĆlica del Carmen en San Pablo, donde 50 aƱos atrĆ”s Ć©ste comenzara sus actividades al servicio de la Iglesia y de sus hermanos. La ceremonia de ordenaciĆ³n fue honrada con la presencia del Cardenal Claudio Hummes, siete obispos y setenta sacerdotes que concelebraron.
Mons. JoĆ£o ClĆ” constituyĆ³ con estos primeros sacerdotes de los Heraldos del Evangelio la Sociedad Clerical de Vida ApostĆ³lica de Derecho Pontificio Virgo Flos Carmeli, aprobada el 4 de Abril de 2009 por S. S. Benedicto XVI. Actualmente Mons. JoĆ£o ClĆ” es su Superior General.
ANEXOS
CONCLUSIĆN
Sus miembros de vida consagrada practican el celibato y se dedican al apostolado, viviendo en casas destinadas especĆficamente para hombres o para mujeres, que alternan vida de recogimiento, estudio y oraciĆ³n, con actividades de evangelizaciĆ³n en las diĆ³cesis y parroquias haciendo especial Ć©nfasis en la formaciĆ³n de la juventud
El hĆ”bito de la AsociaciĆ³n es otra caracterĆstica particular. Calzados con botas de color negro para la orden masculina y vino para la orden femenina, usan tĆŗnicas hasta la altura de las rodillas de colores diferenciados segĆŗn la edad y el nivel de formaciĆ³n, encima del cual se revisten de el escapulario marrĆ³n y la cruz de Santiago, con forma y colores adaptados por la propia AsociaciĆ³n de fieles, en la parte delantera. Se ciƱen de una cadena cromada a la cintura, de la cual cuelga, al lado derecho, un rosario de madera negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario