CONSTITUCIÓN
SACROSANCTUM CONCILIUM
SOBRE LA SAGRADA LITURGIA
introducción
En la siguiente constitución
Donde se valora el primado indiscutible de la liturgia y la función de la
liturgia: guiar al Pueblo de Dios en su peregrinar por la tierra
El Concilio Vaticano
II no fue ajeno a este tema tan importante y trascendental de la liturgia. En
ese encuentro estelar de la Iglesia del siglo XX, estaban presentes alrededor
de unos dos mil obispos y otros observadores.
El documento sobre la liturgia fue el primer
documento aprobado por los padres del Concilio, es decir, por los obispos. ¡Fue
el primer fruto del Concilio! Obtuvo 2147 votos favorables, cuatro en contra y
uno nulo. Fue en 1963. Y entró en vigor en 1964.
Sacrosanctum Concilium
Hagamos un resumen de este documento conciliar
llamado Sacrosanctum Concilium, sobre la Sagrada Liturgia.
Capítulo 1°: Naturaleza e importancia de la
liturgia (n. 5-46)
La
liturgia actualiza, realiza la redención de Cristo aquí y ahora.
Es meta a
la que tiende la acción de la Iglesia y la fuente de donde le viene su fuerza y
vitalidad.
Pero la
liturgia no agota la acción de la Iglesia, ni toda la vida espiritual. Hay que
añadir la oración particular, la mortificación personal y los ejercicios
piadosos (rosario, vía crucis, devociones, etc.).
La liturgia exige la participación activa de los fieles. Pero para que
se dé esto, hay que educar a todos en la liturgia, enseñar formación litúrgica
tanto al clero como a los fieles.
Capítulo 2°: El misterio eucarístico (47-58)
Se centra el documento en la eucaristía, que es el culmen de la liturgia, donde
se encuentra la mayor riqueza litúrgica. Se pide la participación activa de los
fieles en la misa. Para ello, se hizo una buena reforma del ordinario de la
misa, simplificando ritos, conservando lo principal, con enriquecimiento de los
tesoros de la Biblia, de modo que en un período de tres años se lean al Pueblo
las partes mas significativas de la Sagrada Escritura.
Se añade la homilía y la oración de los fieles. Se puede celebrar en lengua
vernácula, es decir, en la lengua de cada pueblo, y no sólo en latín.
Se habla de la comunión bajo las dos especies y la concelebración.
Capítulo 3°: Otros sacramentos y los sacramentales (59-82). Hubo
reformas en los ritos bautismales y de la confirmación y de los demás
sacramentos.
Capítulo 4°: el Oficio Divino o Liturgia de las Horas (83-101)
donde toda la Iglesia a través de sus sacerdotes, extiende durante todo el día
su oración de alabanza a Dios y santifican el día. Se recomienda la
participación de los laicos en el rezo de la liturgia de las Horas o con los
sacerdotes o reunidos entre sí, e incluso en particular.
Capítulo 5°: El año litúrgico (102-111): Adviento, Navidad,
Cuaresma, Pascua, Pentecostés, Tiempo ordinario, fiesta de los santos, fiestas
de la Virgen.
Capítulo 6°: La música sagrada (112-121). La música debe servir no
sólo de decoración, sino de expresión de plegaria. Se puede interpretar música
popular sagrada, pero sin menospreciar el canto gregoriano ni la polifonía
clásica.
Capítulo 7°: El arte y los objetos sagrados, las imágenes (122-130).
El arte que se pone en las iglesias no debe repugnar ni ofender el sentido
religioso. El arte sacro está relacionado con la infinita belleza de Dios; por
lo tanto, todas las obras de arte en la Iglesia nos deben llevar a Dios.
La liturgia es una teofanía, es decir, una manifestación de Dios. Dios en la
liturgia se manifiesta continuamente, se hace presente, trayéndonos la
salvación y con la salvación, la alegría de la liberación, el gozo del camino y
la esperanza de la meta, que es el cielo.
No se está en la liturgia, sino que celebramos la liturgia, participamos de y
en la liturgia. Debemos educarnos en la liturgia para que así gustemos de las
ceremonias, apreciemos los sacramentos, entendamos los signos y los ritos,
amemos la Palabra de Dios, despertemos la capacidad de admirarnos y
sobrecogernos ante el misterio divino que se celebra en cada acto litúrgico.
Conclusiones
Nos invita como fieles a participar en la iglesia para poder aprender de ella y dar a conocer la palabra de Dios a los que no la conocen.
Esta constitución tambien nos habla sobre la pascua que vivimos en estos tiempos y cada años nos invita a que podamos dar y participar en las actividades de la sagrada liturgia.
Jennifer Vásquez
clave:34
No hay comentarios:
Publicar un comentario